Mural en piso que trabajamos en el Centro de Tlalpan. Se trata de una reproducción monumental del Códice Fejérváry-Mayer o el Tonalámatl de los Pochtecas.
Participamos en este proyecto por invitación del ingeniero Armando Alonso y desde que nos invitó a conocer la casa ecológica en que se llevó a cabo nos sentimos muy entusiasmados; estaba demostrando que tomando elementos cotidianos y mezclándolos con ingenio y trabajo se pueden transformar en algo distinto que no estaba previsto cuando fueron producidos. Este uso desobediente de los materiales diluye su aura de producto institucional-industrial y empodera al hombre a quitarse la etiqueta de consumidor para hacerse cargo de la construcción de su propia casa a escala humana; y encuentra una resonancia profunda en nosotros y nuestro compromiso con el arte: construir para habitar, construir para estar en casa.
El encargo fue una reproducción del códice Fejérváry-Mayer en el piso de la casa: un círculo con un diámetro de casi 8 metros. Para realizarlo utilizamos procedimientos de pintura mural empezando por encontrar la geometría del códice y anclar los puntos principales a la arquitectura. De esta manera más que comprometernos con una reproducción exacta quisimos tratar de entender cómo estructuraron los Tlacuilos autores del códice, y cómo lo hubieran hecho si tuvieran nuestro encargo. Podríamos entonces más que reproducir la representación del tiempo que contiene el códice tratar de detonar y contener el tiempo mismo a través de la magia allí descrita. En las figuras tratamos de ser lo más fieles posibles y reconstruimos las partes erosionadas consultando varios códices con los mismos personajes y elementos esperando que todo lo que escape a nuestro entendimiento aún pueda quedar transmitido en el dibujo.
En Taller Huachinango creemos que es importante conocer nuestra historia para poder definir nuestra identidad. Y esta fue una magnífica oportunidad para sumergirnos en el pensamiento, el emocionar y el arte de los antiguos mexicanos. Nos sentimos honrados de formar parte de un proyecto que valora esta riqueza histórica y que se apoya en ella para construir una imagen a futuro. Esperamos que nuestro trabajo tenga el suficiente mérito para ser un homenaje a este pasado y a este futuro.
La técnica utilizada para dar color al cemento es la oxidación por ácidos. Esto hace que el color sea duradero y resistente a los rayos UV mientras se mantenga protegido por el sellador aplicado al final.
Este mural fue coordinado por Taller Huachinango y participamos: Fernanda Arévalo, Mara Sainz, Melisa Carrasco, María José Malváez, Nadia Romano, Alejandro Loyola, Marimar Ángeles y Jorge Tanamachi.